En 2020 las restricciones de los gobiernos limitaron la movilidad internacional y la delicada situación económica de los viajeros, en su mayoría afectados con un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), obligaron a tomar vacaciones dentro del país. Las staycations fueron una tendencia, sin embargo el número de viajes se contrajo y, como se esperaba, también el gasto. Los desplazamientos de residentes cayeron un 47,6%, un 37,9% el número de pernoctaciones y un 56% en el gasto. Los viajes fuera del país fueron los más afectados, con descensos del 74,8%, según la Encuesta de Turismo de Residentes del INE.
En total los residentes en España realizaron 101,5 millones de viajes en conjunto, un 37,9% menos que un año antes; sumaron 493.409.224 pernoctaciones y gastaron 21.135 millones de euros, un descenso del 56% respecto al 2019.
Por trimestres, el gasto medio diario más alto se registró en el primero, tanto para los viajes internos (54 euros), como para los viajes al extranjero (98 euros).
Casi la mitad de los viajes (47%) fueron por ocio y el 38,1% para visitar a familiares o amigos.