Desde el próximo verano, quienes quieran visitar Venecia deberán reservar su estancia y pagar por entrar a la ciudad a través de unos accesos situados en los principales puntos del centro histórico, según publicaron este domingo varios medios italianos. Será a través de unos tornos como los que puso en marcha para controlar las entradas al centro de la ciudad en 2018.
La medida, que se ha retrasado por la pandemia, tenía que comenzar a aplicarse el 1 de enero, pero no será hasta el 1 de junio cuando entren en vigor los torniquetes, aunque en septiembre comenzará a ensayarse en una zona determinada de la ciudad con los cuatro modelos de tornos que está probando el Ayuntamiento.
La entrada en Venecia, llamada a ser la primera ciudad del mundo con entrada calculada y de pago, podría costar entre 3 y 10 euros, en función del día y de la cantidad de personas prevista
No pagarán a los residentes en la región del Véneto, aunque no se descarta que se les obligue a reservar, mientras quedarían descartados los niños menores de seis años, los familiares hasta el tercer grado de los residentes y a los miembros de la familia de personas que viven de alquiler en el municipio, entre otros.
La reserva se efectuará a través de un aplicación o en la web, con un código QR que servirá para pasar los lectores ópticos de los torniquetes, parte de un sistema tecnológico que incluye más de 500 cámaras de alta definición que las fuerzas del orden usaron durante el G20 Economía de julio y un centenar de sensores que a través de teléfonos inteligentes conectan las redes de la telefonía móvil de quienes están en la ciudad.
Las pruebas comenzarán en septiembre en la isla del Tronchetto, donde se ubica el comando de la policía local y el lugar desde donde se controla digitalmente todo el territorio.