Reconociendo que el turismo y el transporte se encuentran entre los sectores más golpeados, se decidió preparar estas Recomendaciones con el fin de ayudar a los gobiernos, al sector privado y a la comunidad internacional a surcar esta emergencia social y económica sin precedentes que es la COVID-19.
«Estas Recomendaciones específicas proporcionan a los países una lista de posibles medidas para ayudar a nuestro sector a mantener el empleo y apoyar a las empresas en riesgo en este preciso momento. Mitigar el impacto en el empleo y la liquidez, proteger a los más vulnerables y prepararse para la recuperación deben ser nuestras prioridades clave», afirmó el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili.
Reconociendo las realidades diversas de cada país, así como la naturaleza cambiante de esta crisis, el documento seguirá actualizándose.
Prepararse para la recuperación ahora
Debemos apoyar al sector ahora, mientras nos preparamos para que, cuando vuelva al crecimiento, sea más fuerte y sostenible
«Todavía no sabemos cuál será el impacto de la COVID-19 en el turismo mundial. No obstante, debemos apoyar al sector ahora, mientras nos preparamos para que, cuando vuelva al crecimiento, sea más fuerte y sostenible. Los planes y programas de recuperación del turismo se traducirán en empleo y en crecimiento económico», agregó el secretario general.
Las Recomendaciones para la acción son el primer conjunto completo de medidas que los gobiernos y los actores del sector privado pueden adoptar ahora y en los complejos meses que tenemos por delante. El Sr. Pololikashvili subrayó que «para que el turismo despliegue su potencial de ayudar a sociedades y a países enteros a recuperarse de esta crisis, nuestra respuesta debe ser rápida, coherente, unida y ambiciosa».
Responder hoy y prepararse para mañana
En total, la nueva guía proporciona 23 recomendaciones sobre las que actuar, divididas en tres áreas clave:
Gestionar la crisis y mitigar el impacto: Las recomendaciones clave se refieren a mantener el empleo, apoyar a los trabajadores por cuenta propia, asegurar la liquidez, promover el desarrollo de competencias y revisar los impuestos, tasas y normativas relacionados con los viajes y el turismo. Las Recomendaciones tienen en cuenta la probabilidad de que se produzca una recesión económica. Dado que el turismo utiliza mucha mano de obra, será un sector que sufrirá un duro revés, con millones de puestos de trabajo amenazados, especialmente puestos que ocupan mujeres y jóvenes, así como grupos marginados.
Suministrar estímulos y acelerar la recuperación: Este conjunto de Recomendaciones hace hincapié en la importancia de proporcionar estímulos financieros, con políticas fiscales favorables, levantamiento de restricciones de viajes tan pronto como la emergencia sanitaria lo permita, flexibilización del régimen de visados, impulso al marketing y a la confianza de los consumidores, entre otras medidas, con el fin de acelerar la recuperación. Las Recomendaciones piden también que el turismo se sitúe en un lugar destacado de las políticas de recuperación y los planes de acción nacionales.
Prepararse para el mañana: Haciendo hincapié en la capacidad excepcional del turismo para liderar el crecimiento a escala local y nacional, las Recomendaciones piden que se preste más atención a la contribución del turismo a la Agenda para el Desarrollo Sostenible y al fortalecimiento de la resiliencia, aprendiendo de las lecciones de la actual crisis. Las Recomendaciones piden a los gobiernos y a los actores del sector privado que elaboren planes de preparación, y que utilicen esta oportunidad para efectuar la transición a la economía circular.
La OMT constituyó el Comité Mundial de Crisis para el Turismo con el fin de guiar al sector en su respuesta a la crisis de la COVID-19 y construir las bases de la resiliencia futura y el crecimiento sostenible. El Comité está integrado por representantes de los Estados Miembros de la OMT y de sus Miembros Afiliados, así como de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y la Organización Marítima Internacional (OMI). El sector privado está representado por el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), la Asociación Internacional de Líneas de Crucero (CLIA), la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) y el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (CMVT) para garantizar una respuesta coordinada y efectiva.